viernes, 20 de abril de 2012

En mi rincón


Hay en mi rincón un espacio para ti y en él, ni la penumbra, ni la luz, ni el silencio o el ruido anidan, respetando tu presencia. Ese lugar tan tuyo en el que vives y no habitas, es tan cercano y tan íntimo que cuesta trazar la línea de dos existencias separadas. Y te veo, aunque no habites, te oigo sin palabras, te siento sin rozarte, te hablo sin respuestas: aunque no estés, te amo y me entrego a tu anhelada presencia.

                Vivo en tu espacio que es el mío y vives en mi rincón que es el tuyo. Así te siento en el eco de tus sonidos agudos; acaricio tu piel indefensa y dialogo con mis palabras tan tuyas. Tú conmigo en mi misma sombra y en mi luz tan cierta que todo traspasa. Yo contigo en tu mismo silencio y en el eco sonoro de la distancia. Fundidos en el mismo fuego bajo el calor de las miradas silenciosas que desnudan los cuerpos atrapados por las llamas: aunque no estés, te amo y me entrego a tu anhelada presencia.

                Hay en mi rincón un espacio que hace mía tu pisada, que se apropia de tu risa y se emociona cuando  lloras; que se adueña de tus sueños y suspira por quimeras. Ese rincón se ilumina cuando evoco tu mirada y cobra vida con recuerdos de lo que en  otros tiempos  disfrutara.  Pero no es pasado lo que vivo ni es deseo lo que siento pues juntos atravesamos la línea que nos separaba.  Vivo en tu misma vida y tú vives en mi existencia. Y aunque no estés te amo y me entrego a tu anhelada presencia.

1 comentario: