martes, 21 de febrero de 2012

Del calor y del frio

Nuevos tiempos…pudiéramos afirmar que efectivamente vivimos en unos nuevos tiempos en esta primavera que con 19 grados, a las 6.30 de la tarde, y en febrero, nos hiciera pensar que hemos dejado atrás los tiempos del frío para inaugurar unos nuevos más cálidos. Pero no. Hay mucha gente que aún sigue pasando frío.  Frío interno, frio externo.  Mucho más frío del que pasamos los privilegiados que tenemos casa, comida, ropa, y sobre todo, el calor de las personas. Cuántos viven al refugio y abrigo de aceras, de entradas a cajeros, de bancos, de portales…Algunos con más suerte, al amparo de cartones que casi les cubren. Otros, además, y a falta del calor humano, junto a algún animal que les acompañe… Eso durante la noche. Durante el día se les ve, yo les veo en mi barrio, rebuscando en los contenedores de basura. Algo de comida, tal vez algo reciclable, algo de lo que se pueda obtener algún beneficio. Y en el portal de mi casa leo un cartel que no deja de impresionarme: “padres parados buscan de todo lo que ustedes no necesiten”. Dejando atrás la picaresca que genera el subsidio del paro y sin tener presentes a los que viven de verdad, del cuento, hoy, mi pensamiento es para todos los que viven a cero, pudiera ser que a cero bajo grados, bajo mínimos, en lo necesario para sobrevivir. Y al mismo tiempo hay mucha gente muy cálida que vive y desprende calor  en su entrega desinteresada y diaria. También mi pensamiento está con ellos. Con toda esa gente que integra organizaciones y asociaciones de carácter benéfico, que entrega su tiempo, su ilusión y su esfuerzo a favor de los que tienen menos y nos dan un ejemplo y un espléndido testimonio de lo que es ponerse en el pellejo del otro. Todos ellos luchan en comedores, bolsas de caridad de hermandades (ésas tan criticadas por su folklore), parroquias, cáritas…y tantas otras personas “anónimas” que ofrecen lo que saben y pueden para sacar un “extra” y entregarlo a los otros… Es el lado malo y el lado bueno de esta crisis en la que nos encontramos y de la que pudiéramos sacar algo positivo si pensamos en todo ello, si nos dejamos interpelar por todo…

Y sin embargo  hay gente que no se entera de nada. Vive en otro mundo, ni nuevo ni viejo, otro mundo, que parece atemporal, y que es distinto de todo lo otro, ajeno, mejor dicho. Ellos, políticos, sindicalistas, miembros del gobierno, estatal, regional o local,  ellos  (sin generalizar) viven en sus eternos tiempos de mariscadas, de Eres y de engaños, de fraudes y de enchufes, de sobornos y dineros extras, de manipulaciones…qué vergüenza y qué hartazgo.  Y a costa de todos. El guateque a nuestra cuenta, con nuestro dinero e impuestos. Esa es la lírica de la comedia real que presenciamos y vivimos todos los días. Lo  épico sería,  que toda esta gente pagara por sus delitos y no que siguieran haciendo de las suyas como si nada, y encima,  se vayan siempre de rositas...

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